Fórmula de consagración de las familias prescrita por León XIII.
Oh Jesús, Redentor nuestro amabilísimo, que viniendo del Cielo para ilustrar al mundo con la doctrina y el ejemplo, quisiste pasar la mayor parte de tu vida mortal en la humilde casa de Nazaret, sujeto a María y José y consagrarte a aquella Familia que había de ser en adelante el modelo de todas las familias cristianas; recibe benigno esta familia que ahora se entrega toda a Tí.
Protégela y guárdala y confirma en ella tu santo temor, juntamente con la paz y concordia de la caridad cristiana, para que se haga semejante al divino ejemplar de tu Familia, y todos cuantos la componen, consigamos la eterna bienaventuranza.
Oh amantísima María. Madre de Jesucristo y Madre nuestra, haz, por tu piedad y clemencia, que Jesús acepte nuestra consagración y nos conceda sus beneficios y bendiciones.
Oh José, custodio
santísimo de Jesús y de María, socórrenos con tu intercesión en todas las
necesidades del alma y del cuerpo, para que juntamente contigo y la Santísima
Virgen María, podamos dar eternas alabanzas y gracias a Jesucristo nuestro
Redentor. Amén.
ORACIÓN
Que se ha de rezar todos los días ante la imagen de la Sagrada Familia.
Oh amantísimo Jesús, que con vuestras inefables virtudes y los ejemplos de vida doméstica santificasteis la Familia que elegisteis para vos acá en la tierra; mirad piadoso a la nuestra que ante vos postrada os invoca en su favor.
Acordaos de que es familia
vuestra, porque a Vos especialmente está ofrecida y consagrada. Socorredla benigno,
defendedla en todo peligro y concededla la gracia de mantenerse en la imitación
de vuestra Sagrada Familia, para que sirviéndoos fielmente y amándoos en esta
vida pueda alabaros eternamente en el paraíso.
María, Madre dulcísima, a vuestra intercesión
recurrimos con la seguridad de que vuestro divino Hijo escuchará vuestros
ruegos.
Y vos también, glorioso Patriarca San José, socorrednos
con vuestro poderoso patrocinio y por manos de María presentad nuestras súplicas
a Jesús.
Jesús, María y José iluminadnos, socorrednos
y salvadnos. Amén.
María y José protejan y
defiendan a las familias a ellos consagradas, como cosa propia».
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